Diario de diálisis

Crónicas, reflexiones y sentimientos de un paciente que comenzó un tratamiento de diálisis

POR QUÉ NO PUDE PARTICIPAR EN LAS JORNADAS

Posted by Alejandro Marticorena en sábado, 19 May, 2007

Es la primera vez (creo) que lamento tener que escribir un post. Finalmente no pude asistir a esa jornada sobre nutrición que con bombos y platillos anuncié un post atrás.

El inconveniente que surgió fue una reunión general del equipo de trabajo, citada por nuestro director para ser realizada durante toda la mañana del jueves. No era una reunión menor (encuentros en los que participamos todos los miembros no son muy frecuentes, al menos hasta ahora) y además el tema era importante: el clima de trabajo. Y –como en todos los equipos, como en todo grupo humano– había cosas que necesitaban ser tratadas.

Por supuesto que planteé la situación a mi director, explicándole qué era lo que tenía previsto yo para ese jueves por la mañana, pero insistió en que debía estar presente. Y cuando uno trabaja en relación de dependencia, recibiendo un sueldo por el trabajo que se hace, lo que prima es el trabajo. Guste o no, es así.

Simultáneamente (nobleza obliga) debo reconocer que nunca me pusieron un «pero» cuando se trató de cuestiones directamente relacionadas con mi salud. Nunca me dijeron que no cuando necesité ausentarme. Ni con el tratamiento, ni con tiempo que debí emplear para estudios, análisis o trámites. Y creo que es bueno que las prioridades estén claras: salud, trabajo, actividades extra. En ese orden. Y si bien estas jornadas tenían en última instancia que ver con mi salud, no formaban parte de mi tratamiento. De modo que, a la hora de la superposición de agendas…

Además, hay otro detalle: ésta no era la primera reunión para hablar sobre el clima de trabajo que se hacía. Pero a las anteriores yo nunca había podido asistir… porque estaba en diálisis. Esta vez (desconozco si expresamente para que yo pudiera estar) se decidió hacerla un jueves. Y en una reunión de ese tipo, en la que todos teníamos la oportunidad de hablar sincera y francamente, la palabra de cada uno es importante. Y la reunió, afortunadamente, valió la pena.
Más allá de estas consideraciones, sinceramente lamenté no poder estar presente en las Jornadas. De hecho, la mesa en la que debí participar estaba pensada un poco en función, precisamente, de mi testimonio. Me sentí casi como el agasajado a quien organizan una reunión, que a último momento llama para decir que no podrá estar presente.

Y no pude evitar sentir culpa cuando, el martes a la tarde (menos de 48 horas antes del encuentro, para el que había sido invitado casi dos meses atrás) tuve que llamar a Daniel Siskin, el organizador, para anoticiarlo de que no podría estar allí.

Daniel intentó «mover» esa mesa para primeras horas de la tarde. Pero fue imposible. Los otros dos expositores que me acompañarían (el psicólogo Daniel Merino y la nutricionista Miriam Martínez) ya tenían –obviamente– sus agendas comprometidas.

Si bien no tuve la «culpa» de los inconvenientes que les ocasioné a Daniel Siskin, Daniel Merino y Miriam Martínez, aprovecho este espacio para ofrecerles mis disculpas.

2 respuestas to “POR QUÉ NO PUDE PARTICIPAR EN LAS JORNADAS”

  1. Angel said

    Hola Alejandro
    afortunadamente podemos trabajar aunque eso implique que algunas veces no podemos realizar algunas actividades que pueden producir cambios positivos en nuestra calidad de vida.

    Tener prioridades definidas en la vida siempre ayuda a que cada cosa que hacemos tenga su orden y preferencia.

    Cuando uno lleva una vida normal y cae en una situación como la que estamos viviendo, suele producirse en vacio por la angustia de tener que redefinir las prioridades de nuestra vida. O mejor dicho, tener que adaptar la vida a las nuevas prioridades.

    Animo a todas las personas que tienen que pasar por el trance de la diálisis (en cualquiera de sus formas) a que se tomen un tiempo libre y analicen sus prioridades de una manera sincera. Los cambios que operan pueden asustar pero las consecuencias de este ejercicio pueden ayudar a superar muchas de las situaciones con las que hay que enfrentarse.

    Saludos a todos,
    Angel

  2. Ángel, como estás. Hacía mucho que no te respondía. Te agradezco como siempre por tus oportunas palabras, a las que me tenés gratamemte acostumbrado.

    Un fuerte abrazo,

    Alejandro Marticorena.

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